Mitos y Leyendas de Chiloé (2)

Mitos y Leyendas chilenas

Mitos y Leyendas de la Isla de Chiloé

La mitología chilota está formada por los mitos, leyendas y creencias de los habitantes del archipiélago de Chiloé, en el sur de Chile. En esta mitología, que continúa vigente en el siglo XXI, se refleja la importancia que tiene el mar en la vida de los chilotes.

El Cahuelche

(del mapudungun Cahuen: remar con algo "tonina" y Che: gente) también llamado Cahuella, es un mágico animal acuático presente en la mitología chilota.

Descripción

Se dice que es un bello animal, que presenta una apariencia muy similar o idéntica a la especie de cetáceo llamado tonina (especie de delfín); por lo que solo a simple vista no se podría diferenciar de estos animales. Sin embargo, el Cahuelche sería mucho más inteligente que los animales de esta especie; y el sonido que emitiría sería distinto al de estos animales, el cual presentaría un significado mágicamente comprensible para los seres humanos.


Leyenda

Según la leyenda, se dice que habitaría en el mar que rodea a Chiloé. Su origen habría sido humano; pero habría sido transformado mágicamente en este ser. Su transformación habría ocurrido en los tiempos de la lucha mítica entre Tenten Vilu Y Caicai Vilu, siendo uno de los humanos que se ahogaban en la gran inundación; y que fue salvado por Tenten transformándolo en una tonina.


Se dice que al poco tiempo de terminada la lucha legendaria, esta tonina, deseaba nostálgicamente estar con otros seres humanos, a pesar de ya no ser uno de ellos. El gran Millalobo, sintiendo la amargura de esta tonina, y como igualmente deseaba darle ayuda y compañía a la Huenchur; decidió ayudar a ambos. 

Así fue como luego de haberle otorgado poder a la Huenchur, el Millalobo bajo la condición de que el Cahuelche sirviera a la Huenchur, le habría devuelto su inteligencia y le habría dado una mágico chillido para comunicarse con los humanos.

Desde ese día el Cahuelche acompañaría a la Huenchur, y actuaría como su ayudante, y como su secretario frente a los humanos; ya que a la Huenchur no se le está permitido comunicarse directamente con ningún ser humano. Así, Cuando la Huenchur desea comunicar, cambios en el clima o la presencia cercana del barco fantasma "El Caleuche", ordenaría al Cahuelche dar grandes saltos sobre la superficie del mar; presentando diferentes modalidades de saltos, según lo que se desea comunicar. Siendo esta la señal que le indicaría a los pescadores que muy pronto el clima cambiará, o que el temido Caleuche se encuentra en las cercanías. En el caso de que la Huenchur desee anunciar que se producirá una próxima muerte de alguno de los habitantes que vive a la orilla del mar, enviaría al Cahuelche a la orilla de la playa; muy cerca de la casa del próximo difunto. Así, estando ya el Cahuelche en frente de la casa, este utilizaría su mágico y sonoro llanto para comunicar el mensaje. Siendo este mágico y sonoro llanto perfectamente interpretado por los moradores.



Cuchivilo o Cuchivilú

(del castellano dialectal cuchi: cerdo y del mapudungun filu: culebra), es un animal acuático fantástico de la mitología chilota. Se le atribuyen los destrozos que se producen en los corrales de pesca (un método tradicional de pesca de Chiloé, abandonado en la década de 1980 por disposiciones legales).

Descripción

El cuchivilo es una criatura del tamaño de un lobo marino que pareciera la fusión entre un cerdo y una serpiente, pues la parte superior, cabeza y patas delanteras, son los de un cerdo, y la parte posterior es la de una culebra o serpiente marina.

Leyenda

Según la leyenda, los cuchivilos habitarían en el fondo del mar, en zonas poco profundas y cercanas a las orillas de las islas del mar interior de Chiloé. Igualmente suelen ir a nadar a esteros, lagunas o pantanos; razón por la cual hay que tener cuidado que al bañarse en estos lugares, ya que si alguien se baña en las mismas aguas donde estuvo este ser, al poco tiempo se le cubriría el cuerpo de granos o de sarna. Igualmente es peligroso escucharlo, ya que su gruñido es similar al de un cerdo y anuncia que la persona que lo escucha, tendrá una corta vida.

Como a los cerdos, a esta criatura le gusta revolcarse en el fango, y se cree que siempre está hambriento. Su alimento predilecto son los mariscos y los peces y por esta razón es que se introduce en los corrales de pesca. Además de comer y destrozar los pescados atrapados en el corral, destruye la construcción y hoza en la arena del mismo modo que lo haría un cerdo normal en la tierra. 

Sin embargo, principal problema de la visita del cuchivilo al corral no es el destrozo, sino que después del ataque, el corral queda maldito y jamás se volverá a atrapar un solo pez en él. Para quitar la maldición, se debe realizar una ceremonia mágica conocida con el nombre de cheputo o threputo; en que las personas deben golpear los bordes del corral con ramas de laurel ahumadas con "mapucho" (tabaco chilote).


Caballo marino chilote

Descripción

Estas criaturas serían invisibles, y solo podrían ser vistas por quienes tienen poderes mágicos o un dón para ello; y se dice que los describirían como un tipo de mágica criatura que se parece a un caballo normal, pero tiene el hocico más largo, crines doradas, cuatro patas en forma de aletas, y una firme cola propulsora semejante a la cola de un pez. Estos animales serían de variados tamaños (desde el tamaño de un delfín hasta el tamaño de una ballena), y tendrían un color verdoso amarillento oscuro debido a que se alimentarían de algas marinas tales como el luche y el cochayuyo.

Leyenda

Los chilotes cuentan que estos seres habitan en gran cantidad en el mar frente a la costa occidental de la Isla Grande de Chiloé y las islas de sus alrededores; y que sólo los brujos chilotes tienen la capacidad de verlos. 

Por lo mismo, solo ellos pueden aprovecharlos como cabalgaduras para llegar al barco fantasma llamado Caleuche; siendo esta necesidad de monturas producto a que por las leyes mágicas del mar y de la brujería, los brujos no pueden usar su magia para llegar al mítico barco fantasma, ya que los brujos sufrirían graves consecuencias por parte del Millalobo (el Rey del mar) si ellos no cumplieran esta ley.
También se dice que luego de dejar a su amo en el Caleuche, estas criaturas nadarían cerca de la costa, y que aunque son invisibles para la gente normal, cualquier persona podría conocer indirectamente la presencia de estos míticos animales , al observar el movimiento del mar entre las rocas , y ver como salta el agua desde el fondo.


Caballo marino Chilote


(En el Libro de la Mitología de Chiloé autor Renato Cárdenas Álvarez )


Caballo descomunal utilizado por la brujería para transportar a todos los miembros de la mayoría, de una sola vez su alimento son las algas marinas, de modo especial el luche y el cochayuyo que le transmiten su obscuro color verdoso amarillento, parecido a ciertos jades en los reverberos de sus brillos. 

Despide una fosforescencia que algunos confunden con el resplandor de una lámpara o con el del macuñ de los brujos que transporta, ya que su aparición suele ser nocturna. Los caballos marinos viven sólo cuatro años y sus despojos se transforman en una especie de gelatina, que rápidamente se disuelve en las aguas del mar, idéntica a la de las jibias y medusas , que suelen encontrarse en las playas , el caballo marino Chilote sirve de correo a los brujos y es su vehículo exclusivo para llegar al Caleuche , 

Curiosamente los hechiceros del sur no pueden abordar o dejar el barco fantasma con sus macuñes . Cuando un brujo desea emplear un caballo marino, basta que silbe cuatro veces a orillas del mar de una manera característica y misteriosa que recorre la superficie del agua semejante al movimiento de un cardumen de truchas , 

Para guiarlo es imprescindible el uso de unas bridas de sargazo, con las cuales el hechicero lo enlaza apenas emerge de las aguas con cierta desconfianza , 

Cuando el ejemplar empleado es de los monstruosos, los trece brujos lo montan dando todos un enorme brinco, caen sobre los lomos suavemente tal como si fuesen sombras posándose sobre un tejado , 

Estos caballos tienen más de doce varas de largo y una altura superior a las cuatro varas , Una vez concluido el viaje se le quitan las riendas de sargazo, y se le despide con una palmada cariñosa en el anca izquierda , para que entonces el caballo se zambulla en el mar. 

Los caballos marinos sólo son visibles según ciertas versiones por los brujos y habitan en gran cantidad en el fondo marino y nacen en la costa occidental de la Isla Grande de Chiloé , en los extensos dominios del Millalobo, el "Poseidón" austral , 

Cada brujo dispone de uno o más corceles marinos que ha seleccionado en las profundidades del mar durante sus incursiones en el Caleuche , El amo le coloca su marca personal , como se hace al herrar las reses terrestres , con lo que el animal queda permanentemente a su servicio, lo cual demuestra con una acrisolada fidelidad y pronta atención a sus llamados. 

Aunque al servicio de la hechicería insular, el caballo marino no es maléfico y se conserva rediviva en el panteón mítico de Chiloé.

Domesticación de los caballos marinos


Se dice que los brujos eligen a su caballo marino mientras el Caleuche navega bajo el mar, ya que en ese momento pueden estar más cerca de los animales para atraparlos. En ese momento el brujo le coloca su marca para que quede permanentemente a su servicio. 

De este modo, cuando el brujo necesita los servicios de su caballo marino, se acerca a la orilla del mar y lo llama mediante cuatro silbidos especiales. Al llegar el animal, el brujo lo enlaza con una cuerda hecha de sargazo (un alga); y luego de eso le debe palmotear las ancas para poder subirse al suave lomo del animal y darle la orden para deslizarse velozmente tras el Caleuche, dejando en su trayecto una estela en la superficie de las aguas. 

Al tener los caballos marinos una corta vida de sólo 4 años, luego de los cuales muere y se convierte en gelatina que se disuelve en el mar; el brujo debe volver a capturar y domesticar otro caballo marino.

Se dice que estas criaturas son muy fuertes, y que cada brujo tendría uno o más de un caballo marino. Como estos animales poseen varios tamaños, a los más pequeños los usarían para uso personal, y los más grandes se usarían para transportar a varios brujos y/o sus sirvientes, o a sus pertenencias y mercancías entre otros objetos. 

El caballo marino más grande sería usado para transportar en forma holgada y segura a los principales "trece brujos" integrantes de la mayoría.


El Cuero

También conocido con el nombre de cuero del agua, cuero vivo, manta o manta del Diablo (en mapudungun, trülke wekufe,1 "cuero-wekufe"), es un animal acuático presente en la mitología chilota, y posteriormente incluido en la mitología del centro y sur de Chile, y en parte de la zona del suroeste de Argentina.

Esta mítica criatura sería un cuero de vacuno (la piel extendida de un vacuno) o de varios cueros de animales que se transformaría en una criatura alada. Al transformarse en serpiente voladora, en el borde de su cuerpo poseería unos apéndices similares a unas garras o espinas filosas como garfios. Sobre un extremo de su cuerpo, en donde se cree estaría la zona que correspondería a su cabeza, sobresaldrían dos apéndices similares a tentáculos que terminarían en un par de ojos desorbitados de un color rojizo.

En el centro de la parte de abajo de su cuerpo, estaría su boca, muy parecida a una enorme ventosa, con la cual podría absorber completamente los fluidos de su presa, hasta dejarla seca y muerta.

Debido a la descripción de su cuerpo aplanado, algunas personas lo asocian con una criatura semejante a una mantarraya.

Leyenda de "El cuero"

Las leyendas cuentan, que estas criaturas estarían habitando en numerosos lagos, lagunas y ríos de los territorios de Chile y Argentina; y en menor medida en el mar. En aquellos lugares, como el caso del archipiélago de Chiloé en Chile, se cuenta que atacaría principalmente presas animales y en menor medida a seres humanos y embarcaciones pequeñas.

Su manera de atacar sería más frecuentemente al atardecer, acercándose de manera sigilosa a su presa; que puede estar en la orilla, o bien bebiendo o bañándose en el agua, o dentro de una embarcación. Se dice que luego de estar lo suficientemente cerca, con sus poderes hipnotizaría a su víctima; y posteriormente mediante sus afiladas uñas atraparía a su víctima o a la embarcación y la arrastraría hacia al fondo. Ya en el fondo, envolvería rápidamente a su presa y la mataría por sofocamiento; y ahí la devoraría absorbiéndole completamente la sangre y otros fluidos. Debido a sus características, el Cuero suele ser a veces confundido con el Guirivilo.

Protección

Para poder lograr matar a un cuero, se necesitaría la ayuda de una Machi experta, la cual con sus habilidades atraería al cuero hacia la orilla. Al tenerlo ya a la vista, lo engañaría arrojándole ramas de calafate. El Cuero, engañado por el poder de la Machi, creería que las ramas serían una posible presa; sin embargo, al atacar y apretar con fuerza las ramas, las espinas de las ramas se enterrarían en su cuerpo y el cuero se desgarraría y sangraría hasta morir su cuerpo material.


La Curamilla

(del mapudungun cura: piedra y del milla: oro), es una piedra mágica, perteneciente a la mitología chilota

Descripción

Se dice que la curamilla es una gran piedra mágica de oro macizo de forma cónica, que tiene la característica de brillar intensamente cuando es tocada por los primeros rayos del sol, el cual le da su energía, que le proporciona su poder.

Leyenda

Según la leyenda, en la antigüedad existía una misteriosa y hermosa joven, que vivía en una misteriosa caverna; que según la tradición, más allá de donde la caverna actualmente está bloqueada, producto del terremoto de 1960 que azoto al sur de Chile, una persona podía llegar hasta el interior de la tierra. 

Esta caverna se encuentra en la zona cercana al lago Cucao, siguiendo el curso del río. Se dice que esta joven en cada verano, siempre al amanecer, salía de esta misteriosa caverna y se dirigía a nadar en el lago. 

Esta joven era tan bella que siempre después de que la joven salía del agua, emergía del lago una gran y misteriosa piedra para observarla. Esta piedra era la mágica Curamilla, que estaba habitando en aquel lago; la cual al asomarse para observar a la joven, con ello también atraía felicidad y buena salud a todos los habitantes de la zona. 

Con el paso del tiempo, este hecho se hizo muy famoso y todos disfrutaban de la bendición de la curamilla.

Un día un forastero se enteró de este hecho, y le entro la codicia al enterarse que esta piedra mágica era de oro. Así, fue como este forastero decidió hacer un plan para apoderarse de la Curamilla; y espero escondido en los matorrales, a que apareciera la misteriosa joven. 

Pero en el momento de que apareció la joven, el forastero se enamoró perdidamente de ella, olvidándose de atrapar a la Curamilla; y fue así como ambos se enamoraron, y se fueron a vivir a tierras muy lejanas para no volver jamás. Al no volver la joven al lago, la curamilla muy triste, decidió no volver más a emerger en este lago, y debido a ello nunca más fue vista la curamilla, y desde ese momento se desconoce su ubicación.

Desde ese día, muchas personas, entre ellos los Calcus, brujos de Chiloé y Machis, han buscado a la Curamillla o un trozo de ella. Pero el motivo de las Machis, no es la codicia; ya que saben que la persona que poseea un trozo de la Curamilla, obtendrá para él y las personas cercanas, la felicidad y otros dones que proporciona esta mágica piedra.


La Huenchula

Cucao o Chirena 

Es un personaje perteneciente a la mitología del Archipiélago de Chiloé (Chile).

Descripción y origen del mito

Se cuenta que la huenchula era una muchacha de la zona de Cucao (costa occidental de la Isla Grande de Chiloé) que tenía amores con un ser acuático, que fue secuestrada por él y convertida luego en guardiana de la fecundidad del océano. 

Existen varias versiones de la historia, que difieren en numerosos elementos, tales como la relación que existía entre la muchacha y sus padres, entre ella y el ser fantástico que se la llevó o el destino del bebé que tuvieron, pero todas sitúan los hechos en la zona del lago Cucao y en el caso de las versiones conocidas en la actualidad, se relata que sucedió específicamente en Chanquín, a orillas del lago Huelde. 

Un mito huilliche acerca del origen del lago Cucao que fue registrado en el siglo XVIII, es visto como la primera versión de relato.

A fines de la década de 1760, un misionero jesuita, que podría ser Segismundo Guell, registró un mito acerca de cómo se originó el lago Cucao en su Noticia breve y moderna del Archipiélago de Chiloé, de su terreno, costumbres de los indios, misiones, escrita por un misionero de aquellas islas en el año 1769 y 70. 

El mito explica que en otra época una joven huilliche de nombre Cucao iba todos los días a lavarse a la orilla del Océano y que allí tenía encuentros con un "sireno" (wekufe) que la llevaba mar adentro. 

Sin embargo, un día su madre la reconvino por sus amores con ese ser y ella se lo hizo saber a su amante, quien confundido se enfureció y derribó cerros para hacer una laguna en que ambos pudieran encontrarse sin ser vistos. Para Renato Cárdenas, investigador de la cultura de Chiloé, ésta sería la primera versión de la historia de la Huenchula.

Leyenda

De acuerdo a la leyenda, la Huenchula era una joven huilliche nacida de la unión de una machi, llamada Huenchur, y de un leñador. La familia vivía en la costa del Pacífico de la Isla Grande de Chiloé, en la actual Chanquín (comuna de Chonchi), lugar ubicado entre el lago Huelde y el lago Cucao y la muchacha era reconocida por su belleza en los alrededores.

Como parte de sus quehaceres domésticos, a la joven le tocaba acarrear el agua desde un pozo cercano al lago Huelde. Un día, al regresar de su cotidiana faena, de conducir agua, desde el lago cercano, manifestó a su madre su desagrado por este trabajo; no por el esfuerzo que le demandaba, sino por el temor que le producía la presencia de un raro animal, con ciertas formas de lobo marino y de hombre, que desde las aguas la contemplaba, cada vez con mayor insistencia. 

Su madre le había advertido que no debía mirarse en el pozo, pues podía ser que no viera su reflejo, sino que el Millalobo tomara su aspecto para observarla sin ser notado. Huenchur le dijo que el Millalobo tampoco suele salir a la tierra, ya que este cambio provoca terribles temblores en su cuerpo, como si estuviera sintiendo un gran frío. Sin embargo, ella no obedecía a su madre y contemplaba su cara en las aguas. 

En otras versiones de la historia, ella ve que el Millalobo la observa desde el pozo, pero no deja de mirar porque se siente atraída por él.

Un día ya no volvió a su casa con el agua y cuando su madre se preocupó por ella, fue a buscarla al pozo, pero solamente encontró el recipiente abandonado y las aguas revueltas. Suponiendo que su hija había sido robada por el Millalobo y llevada al fondo del mar, la mujer empezó a lamentarse y la dio por perdida.

Al cabo de un año, la Huenchula llegó a la casa de su madre con un bulto en sus brazos y la saludó con naturalidad como si nunca se hubiera separado de ella y diciéndole que se había casado con un pez. Le contó que tenía invitados a comer, gente muy importante que era amiga de su marido y que saldría a recibirlos. 

Luego pidió a su madre que hermoseara la casa para ellos y que mientras estaba ausente cuidara del bulto, pero que por ningún motivo lo abriera. Dicho esto, salió de la casa.

Sin embargo, la anciana no pudo resistir la curiosidad y desenvolvió el bulto de ropa, esperando encontrar dentro a su nieta, pero lo que halló fue un charco de agua mientras salía de la casa una pequeña forma luminosa que emitía un silbido. 

Advertida por el sonido, la Huenchula volvió a la casa e increpó a su madre por no haber tenido paciencia. Le dijo que ahora había perdido la oportunidad de conocer a su nieta, que los invitados estaban descontentos y que ella ya no volvería jamás a visitarla. Luego se fue para siempre.

Al llegar al mar, la Huenchula, vacío el contenido de la lapa; y llamo a su esposo, para contarle lo sucedido. Su esposo, el ser conocido como Millalobo le dijo que dejara de llorar ya que su hija no estaba muerta, y luego de decir esto, emergió una bella joven llamada Pincoya; la cual era la hija de ambos. 

La Huenchula, muy alegre se dirigió al lado de su esposo e hija, y así todos se fueron a vivir al palacio que el Millalobo tiene en el fondo del mar. Al pasar los años, la Huenchula y el Millalobo tendrían dos hijos más; llamados Pincoy y Sirena.


El Caleuche

(del mapudungun kalewtun, "transformar, trocar" y che, "gente": "gente transformada"), también llamado Buque de Arte, Barcoiche, Buque Fantasma o Barco de los Brujos, es un legendario barco fantasma de la mitología de Chiloé en el sur de Chile.

El Caleuche es el Marino, el Buque de Arte, el Buque de Fuego, el Barcoiche, son todos los nombres dados a El Caleuche, ese maravilloso barco que lleva música y luz por los numerosos canales chilotes, ciertas condiciones como los días de neblina, hacen posible verlo o sentirlo, ruidos de cadenas, de fiesta, música, y una magistral figura de buque escuela, lo hacen inconfundible. 

Para algunos es una visión incorpórea y puede atravesar a otra embarcación, otros señalan que han estado hasta en fiestas en su interior, aunque ellos prefieren hacerlas en tierra, donde haya mujeres, para eso se conciertan con comerciantes que tengan hartas hijas y El Caleuche los aprovisiona de mercaderías como retribución, así los lugareños explican el rápido surgimiento de algunos comerciantes a los que no se les ve comprar nada y prosperar rápidamente, estos protegidos de El Caleuche generalmente tienen gallinas negras y botes alquitranados con sogas de quilineja.

El Caleuche puede desaparecer y adoptar las formas que desea para no ser visto y los marinos pueden transformarse en lobos o cahueles (delfines). Otra cualidad es la extraordinaria velocidad que alcanza. Para observarlo y no ser visto hay que ponerse una champa en la boca, porque lo primero que ellos sienten es el aliento. 

También hay algunos árboles tras de los cuales uno se puede ocultar para no ser llevado por el Caleuche, entre ellos el maqui y el tique. La gente tiene el temor de ser llevada por el Buque de Arte, así que nunca está de más tomar precauciones.

Muchos piensan que los marinos de este barco llevan una pierna pegada al espinazo, igual que el invunche, sin embargo, otros los describen como personas muy bien presentadas, con ropas especiales y al saludarlos uno aprieta una mano muy fría. 

En general son correctos en su trato y con ayuda de sus colaboradores del mar recogen a los náufragos. Algunos piensan que su puerto final es la Ciudad de los Césares, lugar maravilloso enclavado en algún punto de la Cordillera de Los Andes y donde sus residentes viven eternamente. 

Al navegar hay que hacerlo con respeto recomiendan los marinos chilotes, no se debe ni cantar, ni silbar, ni armar desorden esto enoja a El Caleuche y quizás qué resultado puede acarrear.


El Lucerna

(leyenda)

La nave Lucerna, es un barco fantasmal presente en la mitología chilota.

Según las leyendas, la Lucerna es una embarcación fantasmal, que navega las aguas de Chiloé, al igual que el Caleuche. 

Se dice que el interior de la nave es mágico, ya que se cree que es tan grande como la tierra misma; y a una persona le tomaría toda una vida para poder cruzarlo caminando de proa a popa. 

Esta característica mágica de la nave Lucerna, sería para cumplir su trabajo como transporte de muertos vivientes y brujas, aunque también se dice que transporta las fases de la luna, menguante y creciente en relación a la vida y muerte de quienes tratan de recorrer el barco entero a lo largo de su vida.


La Huenchur

La Huenchur es un importante personaje marino perteneciente a la mitología chilota; la cual estaría encargada de controlar el clima.

Leyenda

Se dice que la Huenchur tiene la apariencia de una mujer anciana, que viste con un traje típico de una machi; y siempre se observa en el mar sobre una embarcación llamada bongo (tronco cavado con forma de bote).

La leyenda dice que la Huenchur era una antigua y muy conocida Machi, por ello era muy visitada por las personas que necesitaban ayuda. 

Un día, al salir a buscar hierbas medicinales al bosque, encontró entre los matorrales a un leñador moribundo. Como era su deber, decidió ayudarlo y lo llevó a su ruca, que se encontraba entre el lago Cucao y el lago Huelde; y posteriormente utilizó sus habilidades para curar las heridas del leñador. 

Con el paso del tiempo el leñador se recuperó y nació el amor entre ambos. Como era la costumbre, ellos se casaron, y al pasar un año tuvieron una hija a la que llamaron Huenchula. Su hija al crecer, fue una joven muy hermosa a la que todos los habitantes de la isla admiraban. 

Como la Huenchur necesitaba siempre ayuda en los quehaceres domésticos, su hija siempre la ayudaba, realizando quehaceres tales como traer el agua al hogar. Fue así como sucedió que en los viajes que realizaba Huenchula al lago Huelde para buscar agua, se le aparecía una criatura con la apariencia de un ser mitad lobo marino y mitad hombre. 

Su hija le contó estos encuentros, pero la Huenchur, no le creyó la historia y pensó que sólo era una fantasía; ya que como Machi, muchas veces escuchaba historias fantasiosas de las personas. Debido a ello, su hija continuó dirigiéndose al lago; hasta que un día desapareció. 

Se dice que como su hija no regresó al hogar, ella muy angustiada salió a buscarla, pero al llegar a las orillas del lago, la Huenchur sólo enconto la "chunga", en la cual su hija llevaba el agua, y esta sólo estaba llena de un líquido rojo similar a la sangre. 

Al ver esto se dirigió llorando a su casa, y allí le contó lo sucedido a su esposo; y decidieron hacer un machitún, para conseguir el regreso de su hija; que ellos suponían debía estar raptada por algún brujo de chiloé, o algún ser maligno. Pero a pesar de todos sus esfuerzos, su hija no volvió.

Luego de pasar un año de angustias y pena, en una noche de luna llena, su hija perdida volvió a su casa. La Huenchur y su marido, se sorprendieron por el regreso de su hija, y luego de calmarse le preguntaron por qué había desaparecido. 

Su hija sólo respondió que se había casado con un rey y que había tenido una hija con él; y que había vuelto para traerles regalos de parte de su esposo, como era la costumbre. 

La Huenchur y su marido, observaron que su hija tenía muy envuelta entre sus brazos a su nieta; y le pidieron verla. Su hija les respondió que no podían, ya que la bebe debía permanecer ajena a las miradas de todos; pues era una bebe especial. 

Luego su hija depositó a la nieta de la Huenchur en una vasija de manera, llamada "lapa", para que la niña durmiera; y le encargó a su madre que la cuidara, ya que ella tenía que salir por un momento. 

Sin embargo, al quedar solos, a la Huenchur y su marido les entró la curiosidad y decidieron ver a su nieta por un momento. Pero al quitar el tejido que la cubría, en ese mismo momento, su nieta se transformó, y ellos solo observaron agua. 

Posteriormente, al volver su hija y ver lo sucedido, se puso a llorar amargamente; y tristemente, Huenchula tomó la lapa, y se dirigió al mar a encontrarse con su marido; quien era realmente el ser conocido como Millalobo. 

El rey de los mares al ver lo sucedido, le dijo a si esposa que no sufriera por lo sucedido, y posteriormente transformo el agua que había estado en la lapa, en una bella mujer llamada Pincoya; y así toda la familia se fue a vivir en el fondo del mar.

Debido a lo sucedido, la hija de la Huenchur no volvió jamás a su hogar; hecho que trajo a la Huenchur, gran pena, y culpa. Al pasar el tiempo, consumido por la angustia, falleció el esposo de la Huenchur. Así, ya enloquecida por todo lo sucedido, salió a buscar a su hija. 

Al no encontrarla en el bosque, se acercó al lago Cucao y se embarcó en un "bongo", y navegó en dirección al río para dirigirse al mar. Se dice que en el trayecto iba gritando: Cucao Cucao Cucao, Cule (debido a ello el lago sería llamado Cucao). 

Al llegar el océano, la frágil embarcación quedó a la deriva en el océano, hasta que las enormes olas la destrozaron y se hundió en las profundidades. 

La Pincoya, como era su deber, en ese momento se dirigió hacia el naufragio. Pero al llegar reconoció a su abuela muerta, y por ello decidió llevar el cuerpo muerto, ante la presencia de su padre, el poderoso Millalobo. 

El millalobo al ver angustiadas a su hija y a su esposa, decidió devolverle la vida a la Huenchur. Pero como había desobedecido la orden de no ver a su nieta; revivió a la Huenchur, bajo la condición de que ella, no debía volver a tener jamás contacto directo con los seres humanos, ni llegar a tierra firme. 

Para cumplir esta condición, ella debía navegar en su pequeña barca por toda una eternidad. La Huenchur se sorprendió al saber que el esposo de su hija era el gran Millalobo y como agradecimiento por haberla revivido y permitirle estar junto a su familia, aceptó las condiciones.

 Con el paso del tiempo, el Millalobo, reconoció a la Huenchur como una mujer sabia, y por ello decidió darle la autoridad para controlar el curso de las mareas y el viento, para dirigir el clima marino. 

También decidió perdonarla en parte, y así le dio el poder para comunicarse con los habitantes de la tierra, a través del viento y por medio de un ayudante, llamado el Cahuelche. Desde ese día es la Huenchur quien conoce y anuncia la llegada del buen tiempo con el viento Sur, cuando el viento sopla en la parte baja de los acantilados. 

Anunciando el mal tiempo y la tempestad, al soplar el viento en las alturas de los cerros, y escuchándose por medio del viento la voz de la Huenchur gritando Cucaoooooo-Cucaooooo-Cucao, Culeeeee; lo cual es una señal de que no se debe salir a pescar en el mar. 

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