Mitos y Leyendas del Norte de Chile (2)

Mitos y Leyendas de Chile

Leyendas y mitos del Norte de Chile (2) 

El Alicanto

Sería un ave de un tamaño entre mediano a enorme con una belleza casi mágica; que posee grandes alas de color dorado, una delicada cabeza como la de un cisne, un pico encorvado, y patas alargadas con grandes garras.

Tiene la característica especial de que sus alas brillan durante la noche con hermosos y metálicos colores, y sus ojos despiden extraños fulgores (luces); y cuando puede volar realizaría un elegante vuelo luminoso y su cuerpo no proyectaría sombra alguna sobre la tierra.

Leyenda

La leyenda dice que el Alicanto es un ave mágica que puede traer la suerte del minero, ya que habitaría en pequeñas cuevas entre los cerros de minerales del desierto; alimentándose con los minerales de oro

Se dice que esta mágica ave solo aparece de noche. Al alimentarse, cuando está en ayuno comería el oro o la plata rápidamente y cuando está casi satisfecho, comería lentamente estos metales; y si posteriormente tiene su buche (B-abolsa membranosa de las aves en la que acumulan el alimento) lleno de alimento, no podría volar debido al peso de los metales con los que se alimentó. Luego de ello se dirigiría a su nido donde pondría dos huevos, de oro o de plata; dependiendo del tipo de alimento que haya consumido.

Los mineros que lograrían seguir al Alicanto y tenerlo por guía, se enriquecerían; ya que éste los conduciría a los sitios exactos donde existen ricos yacimientos o a los sitios donde hay algún tesoro enterrado. Aun así, se debe tener en consideración que el Alicanto sería muy celoso de su alimento y no desearía compartirlo voluntariamente con los seres humanos.

Sin embargo, si se siente perseguido se dice que esta ave oscurece sus alas confundiéndose con las sombras de la noche. Además aunque el minero sepa que esta ave una, vez ya bien alimentada, ya no podría volar, al Alicanto tampoco le sería difícil huir en estas condiciones si es perseguido, debido a que esta se ocultaría en cualquier recodo o grieta sin dejar ninguna huella de su paso.

Si la persecución lograra ser mantenida a pesar de los intentos del alicanto por esconderse, el Alicanto trataría de confundir y desorientar al minero que quiera perseguirla. Esta acción la realizaría mediante movimientos en que se perdería y aparecería, caminando con pasos más rápidos y a veces más lentos; hasta que en un momento arrojaría una luz muy fuerte que encandilaría a su perseguidor, dejándolo enceguecido en medio de un camino desconocido. La tradición dice que solo mediante una plegaria a la Virgen de Punta Negra, el infortunado podría encontrar la ruta de regreso a su hogar. En el caso de que el minero que la siguiese estuviera poseído de una ambición desmedida, el Alicanto muy enojado, guiaría al minero avaricioso hasta un precipicio o despeñadero; haciendo que sus perseguidores caigan y así mueran.

Debido a lo celoso que sería el Alicanto, se dice que un buen minero solo debe procurar seguirlo sigilosamente, y solo espiar el lugar de la montaña dónde se alimenta esta mítica ave. Posteriormente, solcercaría a la buena veta (concentración) de mineral valioso, para obtener tan anhelados tesoros de la naturaleza. Igualmente los mineros serían felices si llegan a ubicarlo en pleno vuelo, ya que sería seguro que en algún lugar muy cercano existirían buenas vetas de oro o plata.


Los Brujos de Salamanca

Coquimbo

En Salamanca se reúnen los brujos en una cueva, conocida como la Raja de Manquehua, distante a unos 35 kilómetros de la ciudad de Salamanca. Su nombre se debe a su propietaria Matilde Salamanca.

Esta leyenda nace en el año 1915, fecha en que se reportan los primeros testimonios de reuniones y de procesiones en las que se veía antorchas encendidas en el interior de una cueva, presumiblemente de encuentros o rituales que realizan personas que utilizan la magia negra.

Este sector fue escenario de grandes fiestas para los maestros de la brujería, en la que se servía vino en vasijas de metales muy refinados y donde, por supuesto, la comida no podía faltar. Todos estos acontecimientos y bondades ocurrían sólo dentro de la cueva.

Una de las tantas leyendas de las que se habla de la cueva de Salamanca es la de un invitado a una fiesta, un joven es invitado por un brujo a una de estas celebraciones, todos los objetos de la celebración eran de oro y plata. El joven en un momento que quedó sólo tomó una cuchara de plata y la introdujo en su bolsillo y en ese preciso momento aparece una hermosa niña de piernas preciosas y se le acercó.

Bebió bastante en la fiesta y despertó al otro día en la plaza, recordó lo ocurrido y metió su mano al bolsillo para ver si tenía la cuchara de plata, pero en vez de la cuchara encontró un hueso de pierna humana.

Los brujos actualmente seguirían concurriendo a esta cueva y serían los descendientes de los primeros hechiceros los que siguen entregando poderes a los que se inician en este arte.

Cada cierto tiempo, en la cueva se organizan fiestas a las que asisten los maestros. En ellas se usan servicios de oro y plata, pero ninguna de estas piezas puede ser sacada de la guarida, ya que en el exterior se convertirá en algo de poco valor.

Supuestamente la raja es una hendidura subterránea que recorre todo el país y en su interior los brujos hacían sus "aquelarres".

Esta cueva tiene varias entradas y están cuidadas por culebrones.

La cueva de Salamanca o la Raja de Manquehua, sirve para rendir homenajes a Satanás, y se efectúan misas negras realizándose las confesiones de brujos y brujas.

Las palabras religiosas o la señal de la cruz disuelven rápidamente, una asamblea, y al canto del gallo, los brujos vuelven a sus casas escurriéndose por alguna rendija.


"La Mesa de Parinacota"

La mesa portadora de la muerte

La iglesia de Parinacota, es un pintoresco recinto ubicado en la localidad del mismo nombre a 15 km de Chungará, región de Arica-Parinacota al norte de Chile.

A más de 4 mil metros de altura, se llega a un paraje altoandino que cala los huesos, aún cuando hace sol. Allí es que se erige este templo de piedra, barro y cal, y de techo cubierto con ichu, el cual es renovado por sus feligreses cada cuatro años. Su apariencia es acogedora y rústica, sin embargo no muchos conocen la extraña historia que alberga su interior. Hoy conocerás todo sobre la mesa embrujada que se guarda celosamente en este monumento.

Los lugareños no tienen inconveniente en contar la historia de la mesa, a la cual, tanto las personas que venían conmigo a conocer la zona, como yo misma, prestamos oídos, pues quien nos la iba a contar era Cipriano Morales, el cuidador actual de la iglesia. Era la época de la colonia y se hablaba de una mesa que anunciaba la muerte. Una sencilla mesa de madera, de patas cortas y de superficie ancha, lo que sería una especie de mesa de centro hoy en día.

Pero la leyenda va mucho más allá, cuentan las personas (en su mayoría de origen aymara) que la mesa salía de noche, cuando sabía que alguien va a morir e iba a anunciarlo a la casa en donde vive la víctima. Del mismo modo, si uno se la cruzaba por las calles o parajes que en la zona hay , era posible que la mesa lo convirtiera en burro o en perro.

¿La mesa del demonio?

La leyenda de la mesa embrujada fue transmitida desde los tatarabuelos hacia las nuevas generaciones. Los pobladores de hoy no dudan en decir que esta historia es verdadera y que sus ancestros han jurado haber visto a la mesa embrujada rondar por las calles, alumbrada por 4 velas.

Y cuando lo hacía, a su paso iba apoderándose de almas débiles. Luego, de aquellas personas no se sabía más, incluso, ni siquiera se volvía a ver sus cuerpos, por eso otra parte de la población señalaba que habían sido convertidos en animales.

A raíz de esto, surgieron muchas hipótesis e interrogantes ¿Quién había embrujado la mesa? ¿Había cobrado vida? Ante la evidencia de lo inexplicable, y el temor de las gentes, se asoció el origen de este fenómeno a la obra del demonio. Era ya más de uno quien aseguraba haberla visto y eran demasiadas las coincidencias. En donde aparecía la mesa, moría alguien.

Por ello, se formó un grupo de buenas gentes que resolvió ir por el mueble y amarrar sus patas hacia una de los pilares del templo para evitar que la mesa siga haciendo daño por las noches. Desde entonces, permanece allí, bajo la atenta mirada de los ojos de Dios y de los frescos que pueblan las paredes de la única nave que hay en esta iglesia.

Y es así como encontré a esta mesa cuando visité la iglesia Ni bien entré al recinto, sentí el frío más helado que nunca. La falta de oxígeno hizo que sintiera un sopor tal, que tuve que luchar con todas mis fuerzas para mantenerme despierta. La iglesia por dentro es sencilla, pero lúgubre; apenas hay un par de bancas largas a los costados y no ordenadas en fila como se acostumbra en otros templos. El piso es empedrado y las paredes lucen una joya pictórica: los frescos que revelan la vida, pasión y muerte de Cristo. Dato curioso: en lugar de verse al redentor entre los romanos, como dice la Biblia, sus ejecutores son españoles, obra del sincretismo religioso.

Hoy en día, las figuras parecen ser mudos testigos de lo que ocurre con la mesa.

Los vecinos, luego de atar a la mesa, decidieron asignarle a la silla un cuidador, ya que personas aseguraron que aún amarrada la silla, se tambaleaba para escaparse y seguir acechando a la población. Así, si uno se agacha, puede verse que tiene las patas gastadas. Incluso la cuerda que la mantiene quieta se ve desgastada. ¿Acaso es símbolo de que lo que se cuenta en la leyenda es cierto?

Por esta razón Don Cipriano Morales es desde hace ya varios años, cuidador de la iglesia. Vestido con el típico atuendo de los aymaras, su rostro es duro y rugoso por el rigor del clima y por la experiencia una vida que tiene muchas cosas que contar, como es el caso de la historia de esta mesa.

Él cumple la labor de observar y vigilar que la mesa no vuelva a salir, ya que entre las personas aún se puede percibir el miedo.

El pueblo solitario

Ahora solo tres familias habitan Parinacota, los rumores indican que muchas personas murieron por culpa de la mesa y las que sobrevivieron decidieron marcharse para no exponerse a la muerte.

Los que se han quedado se han organizado para tener a la mesa controlada, aunque algunos aseguran que después de tantos años, la mesa ya está maltratada y seguirá maltratándose, hasta que ya no quede nada.

Frontis de la iglesia de Parinacota

A pesar de ello, nadie se atreverá jamás a tocar la mesa, pues el miedo de que ocurra algo peor, a aquel que ose romperla, aún está vigente.

Sin importar lo sucedido, los pobladores continúan aferrándose a su fe católica, y es esta fe fortalecida la que los mantiene a salvo de la mesa diabólica, que, de acuerdo a su creencia, es una suerte de maldición latente.

Sin embargo, nadie puede asegurar que la mesa se vuelva a escapar y logre acabar con la vida de las pocas personas que aún habitan Parinacota, sin lugar a duda, es un peligro latente.

Aún así, las personas continúan visitando Parinacota y su misteriosa iglesia ¿Te animas a ir? Si lo haces asegúrate que la mesa permanezca amarrada.


"Tesoro del Inca" (Antofagasta)

Los pobladores del desierto de Atacama ubican el Tesoro del Inca en una laguna, que estaría en la cumbre del cerro Quimal (N.O. del Salar de Atacama). La muerte del Inca Atahualpa acaeció en 1533. Y se sabe que la caravana que viajaba llevando los tributos en dirección al Cuzco, fue informada que el Inca había fallecido.

Los caravanistas portaban catorce y media arrobas de oro, que era el tributo. Los indios, sin saber qué hacer con el tesoro, habrían depositado la valiosa carga en el fondo de la laguna del cerro Quimal. Se cuenta que algunos habitantes de las cercanías han realizado búsquedas y han logrado extraer objetos que dan mala suerte a sus poseedores.



"La Viuda"

Pero al viajar a través de los enigmas del desierto, también hay sorpresas que demuestran la delgada línea entre la fantasía y la realidad. Es el caso de "la viuda" de María Elena que por años asoló a los transeúntes que cruzaban el sector de las canchas sindicales ubicadas al oriente del pueblo. Muchos la vieron y sufrieron sus ataques. Ella no sólo se limitaba a asustar ya que de una vez era capaz de arrebatarle todas las pertenencias a sus víctimas que, preferentemente, eran hombres "pasados de copas". Su presencia desató un verdadero pánico colectivo que dejó inerme a la policía y obligó a la empresa a contratar una brigada especial de investigadores. Sólo después de varios meses se logró aclarar el enigma... aprovechando su conocimiento de las diligencias uno de los carabineros que allí prestaba servicios por las noches se disfrazaba con una capa negra para perpetrar sus fechorías, aún muy comentadas


El Umpillay

Las extrañas criaturas de Pampa Acha (Arica-Chile)

Entre julio y agosto del año 2004, una serie de extraños avistamientos fueron registrados en la prensa chilena, con respecto a la aparición de unas criaturas desconocidas, que al parecer tienden a hacerse visibles, de vez en cuando, en el desierto del norte chileno: principalmente en la denominada Pampa Acha, situada entre Iquique y Arica. He aquí la historia:Los testigos de las extrañas apariciones fueron dos miembros del Ejército Chileno, junto con sus respectivas familias, cuando se desplazaban por la carretera, de noche, rumbo a Arica. Lo interesante del caso es que los avistamientos fueron realizados en fechas distintas, pero en el mismo extraño lugar.

Ambos casos fueron registrados por los diarios. El primer avistamiento se notificó a primeros de agosto: la familia Abett de la Torre-Díaz, suboficial del Regimiento Cazadores de Iquique, y cuyos integrantes viajaban hacia Arica dos semanas antes, cuando fueron sorprendidos por cuatro de estos seres que los abordaron por encima de su vehículo y después por la parte delantera: mientras se desplazaban, observaron pasmados cómo, salidos de la nada, seres similares a reptiles erguidos, con brazos cortos, y que se desplazan a gran velocidad, atravesaban por encima y frente a su vehículo: según los testigos, estos seres tienen las extremidades inferiores más grandes que las superiores. Son de color gris y una altura cercana a los dos metros. El encuentro les causó tal conmoción, que quedaron en silencio por algunos minutos y con la urgencia de llegar cuanto antes a la ciudad.

En otro testimonio, se dió apenas unas semanas después: había ocurrido antes, el 29 de julio, a las 9 de la noche; Darío Riquelme conducía su camioneta, viajando junto al oficial de reclutamiento del Ejército, sito en Arica, Hernán Cuevas, su esposa y dos hijos menores, cuando vieron también a los extraños seres en medio de la carretera.

"Mis acompañantes dijeron: Mira la tremenda bestia"- relató Cuevas-, "y yo atiné a frenar". Después de algunos minutos pasó el segundo y éste fue más sorprendente porque era igual que un dinosaurio, de dos patas y de unos muslos que se le notaban bastante", dijo Riquelme. Según la descripción de estos testigos, las figuras eran de color gris y no tenían pelo; a uno de ellos, que cruzó frente a su auto un par de minutos después, lo puedieron alcanzar a ver con total detenimiento tanto él como Hernán Cuevas y su hija de 12 años.

"Íbamos en el auto con mi familia y un amigo, cuando se apareció un animal con cabeza de perro, pero parado como los canguros. Cruzó y no se vio más. Sin embargo, al seguir nos encontramos con otra criatura que se veía con mayor claridad. Parecía un dinosaurio con actitud reptiloide", relata Cuevas. Añadió también que una vez que los seres desaparecieron, su hija Tania -de 12 años- fue la primera en sacar la voz. "Mi niña estaba muy nerviosa y yo demasiado impactado, así es que decidimos parar un rato en la carretera. Al final concluimos que algo raro vimos aunque no sepamos qué era", acotó.

¿Qué son estos extraños seres?, las opiniones de los expertos que han investigado el tema, son divididas:

Según el investigador de fenómenos paranormales Jaime Ferrer, afirmó que había recibido varios informes "que denuncian la presencia de extraños seres con patas de canguro (...), porque todo este tipo de seres siempre está más vinculado con los reptiles. Se tratan de seres con una biología molecular completamente diferente a todo lo conocido, es decir, pueden o no ser percibidos por el ojo humano".

Por su parte, el mismo investigador también agrega: "de hecho, los aimaras los conocen con el nombre de Umpillay. Los veían bajar de los cerros y succionar la sangre de los animales. Muchos se comían esas víctimas porque creían que era alimento dejado por sus dioses", explica. Acota también que se los relacionan con el chupacabras debido a la ignorancia de no saber qué son realmente: "son antiguas entidades no naturales y no animales de nuestra fauna que pueden venir de ingeniería genética no convencional de culturas como la egipcia o la babilónica", concluye convencido.

¿Extraterrestres?, ¿criaturas olvidadas de un pasado remoto?, ¿alguna especie desconocida por la ciencia, mora en el desierto de Arica?, lamentablemente, este extraño expediente queda abierto hasta saber la verdad, pero vale la pena acotar que también es conocido, que la zona de desierto próxima a Arica, es reconocida como una posible locación de lo que se denomina "vortex", o portal dimensional....


Los "Achaches"

El "Achache" una de las figuras de la antigua tradición oral del pueblo de Taira

Formaban parte de la guardia personal del Inca.

Eran seres enormes, que vivían cientos de años y que gustaban de comer niños. De alguna forma, varios de ellos quedaron dispersos por el territorio del antiguo imperio, incluyendo las quebradas cercanas a Taira.

El párrafo anterior es una historia repetida, con distintos matices y detalles, por muchas bocas antiguas de la localidad de Taira, pequeño poblado ubicado al noroeste de Calama, donde viven no más de cinco familias dedicadas al pastoreo y la agricultura.

Los ancianos del lugar, como don Nicolás Aymani y don Juan Galleguillos, relatan que una madre sufrió la crueldad de este ser, quien preparó una sopa con sus niños. Ella misma pudo correr la misma suerte de sus criaturas, de no ser por su astuto perro que la ayudó a escapar, distrayendo, a la vez, al malvado "achache".

Finalmente, la maldad de este ser es castigada por la gente del pueblo, quienes se reúnen para dar muerte al maléfico personaje a las afuera de su cueva.

La muerte, o algo parecido, le llega al "achache" cuando le prenden fuego a su guarida.

Cuando las llamas alcanzan el malvado ex guardia del Inca, todos escuchan un gran estruendo. El "achache" revienta y se convierte en buitre.


"La Rubia"

Una mujer delgada, joven y de largos cabellos claros deambula por la pampa. Su alma vaga por el desierto buscando sin descanso a su familia a la que tuvo que dejar forzadamente. Su historia es conocida por todos los ancianos de la zona y dicen que cada vez que sale de su tumba busca casa por casa a sus seres queridos, dejando un olor nauseabundo a su paso. Las oficinas salitreras son testigos de su constante peregrinar. Vestida con una túnica negra pedía alojamiento en cada vivienda y gracias a su poder de convencimiento y sus ojos indefensos terminaba por entrar al hogar pampino en busca de sus hijos. Al no encontrarlos, desaparecía misteriosamente. Para muchos "La rubia" representa a todas las personas que se niegan a abandonar su tierra... como un espíritu que protege a los entrañables hijos de las calicheras.


Yastay o Llastay, también conocido como Coquena

Es un ser mitológico benigno quechua y calchaquí, presente en el norte de Chile, en particular de la Región de Atacama y en el norte de Argentina, en especial en las Provincias de Jujuy, Salta, y Tucumán.

Es el protector de los animales de los cerros en particular de las vicuñas y guanacos. Premia a los buenos pastores con piezas de plata u oro y castiga a los cazadores inescrupulosos en especial a los que cazan con armas de fuego. Sus descripciones varían pero generalmente se lo representa como un ser de baja estatura que viste gorro con orejeras (chujllo), poncho, sandalias y collar de víboras. Algunos refieren que tiene tez blanca, otros, que tiene cara de colla.

Como protector de las vicuñas a él se le debe pedir permiso y dejar ofrendas antes de cazarlas.

En las comunidad indígena diaguita de la Región de Atacama en Chile, el Yastay es considerado el Rey de los guanacos, quien gobierna sobre los Relinchos (macho alfa de una manada de guanacos), vicuñas y otros animales que habitan en la cordillera de los Andes. Es un ser protector de la naturaleza. El Yastay es un ser sobrenatural capaz de correr más rápido que otros animales, esta capacidad le permite eludir las balas de los cazadores. Puede presentarse frente a los hombres como un guanaco de gran tamaño, como un guanaco blanco, o un guanaco de fuego. Este ser tiene la capacidad de transformarse en un hombre cuyo rostro es grotesco con ojos de puma con una voz poderosa. El Yastay en forma humana puede ser advertido porque al caminar sus huellas en la tierra son de guanaco. Este ser tiene también la capacidad de convertirse en viento para desaparecer.

El Yastay puede ser benevolente con los humanos, permitiendoles cazar guanacos machos que se han sido apartados de la manada. esto ocurre sólo en situaciones extremas como hambrunas o aislamiento por la nieve. De acuerdo a las comunidades diaguitas del Valle de Huasco, el Yastay no permite la caza de chulengos (crias de guanacos) o hembras, quien lo hace puede sufrir grandes castigos.

Raras veces suele aparecer con un aspecto antropomórfico siendo más habitual que se presente en forma de vicuña. Suele asistir en sueños a la gente que pasa hambre dándole la ubicación de las manadas sin crías para que pueda el hambriento ir a cazar. Se dice, además, que seria también guardián del tesoro incaico. Equivocadamente, con posterioridad sería también descrito como un duende en la cultura popular.

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